Mindfulness es una palabra compleja para los niños. En pocas palabras, mindfulness es atención plena. También es conciencia o estar presente. Significa darnos cuenta de nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones corporales, y cualquier cosa que nos esté pasando justo ahora.
Hay un creciente número de investigaciones que indica que el mindfulness puede ayudar a los niños a mejorar la atención, a calmarse cuando están enfadados, así como a tomar mejores decisiones.Es una forma excelente de ayudar a los pequeños de la casa a iniciarse en las técnicas de relajación a través de una voz suave y unas historias divertidas y fáciles de seguir.
Para enseñar mindfulness a tus hij@s de forma auténtica, tienes que practicarlo tú también. Puedes empezar poco a poco con una práctica de meditación de sólo cinco o 10 minutos al día.
Para enseñar mindfulness a tus hij@s de forma auténtica, tienes que practicarlo tú también. Puedes empezar poco a poco con una práctica de meditación de sólo cinco o 10 minutos al día.
Os dejamos una lista de ejercicios sencillos que podéis practicar a partir de hoy. ¡Esperamos que os gusten!
* Escuchar una campana. En este ejercicio trataremos de escuchar el sonido de un instrumento hasta que deje de sonar. Para esta actividad debemos utilizar instrumentos con una gran vibración como una campana.Si no tienes a mano ninguno, puedes usar un vídeo de internet o descargarte una aplicación para el móvil.
* Mírame a los ojos. Nos sentamos por parejas uno frente al otro. Durante un tiempo tenemos que mirarnos a los ojos sin perder el contacto. ¡Ese será nuestro foco de atención!
* Estarse sentado quieto y atento como una rana. Este ejercicio cada vez se utiliza más. Se trata de que los niños mediten imaginando que son ranas y adopten su postura. De esta forma concentrarán su atención en respirar y en cómo aumenta y disminuye su tripa. Todo ese rato se conseguirá que estén atentos y centrados en su respiración. Eline Snel ha publicado un libro,en el que enseña a calmar y tranquilizar a los niños. Este es uno de los ejercicios de mindfulness para niños más populares.
* Practica con un amigo que respira. Este ejercicio consiste en que el niño elija un peluche o muñeco, y lo ponga sobre su barriga estando tumbado. Entonces debe focalizar su atención en el subir y bajar del animal en el entrar y salir del aire.
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